miércoles, 20 de enero de 2010

Trabajo práctico

OBSERVACION EN UNA CLASE O IMPARTICIÓN DE UNA CLASE ESPECIAL EN UN AULA.

Esquema de trabajo:

Mi trabajo se basará en el desarrollo de una clase práctica especial en una academia privada.
Como primer paso, ambientar el área de trabajo para la actividad que se va a desarrollar.
Explicar a los alumnos de manera clara y breve en qué va a consistir el trabajo y el objetivo que espero conseguir con dicha actividad y lo que aprenderemos de ella.
Al finalizar la actividad, expondremos los trabajos de cada uno para que todos observemos los resultados y saquemos las cosas positivas que cada uno ha logrado.
Recogeremos los elementos que hemos utilizado y limpiaremos el desorden.
Fin de la clase.







Puntos a tener en cuenta:

La academia “Punto de fuga”, se encuentra ubicada en Fuenlabrada en la calle Cuzco nº 5, muy próximo al Colegio San Esteban. Fuenlabrada, ha sido desde hace tiempo una población constituida en su gran mayoría por obreros y trabajadores, ciudadanos de los cuales muchos, son procedentes de diferentes culturas, países y religiones.
En la academia, al igual que en la población, acuden niños de diferentes procedencias. Las clases para niños se imparten desde las 17:00 hs. coincidiendo con la hora de salida del colegio. Las edades de los alumnos que acuden a la clase, varía desde los 5 años hasta los 14 o 15, a partir de allí se intenta pasarlos al siguiente grupo, el de las 19 horas, en donde la mayoría, superan los 16 años.
Las clases, son individuales, personalizadas, ya que cada edad exige un aprendizaje diferente, y cada persona evoluciona de diferente manera, por lo que las clases intentan ajustarse a las necesidades de cada persona.
A veces, ocurre que algunos adultos, por problemas de horarios por trabajo, tienen que tomar clases en el horario de los niños, por lo que se intenta apartarlos en la medida de lo posible, para que su clase resulte más cómoda y tranquila.





Planteamiento de la clase:


La clase, debía ser una actividad con carácter de taller para que todos los alumnos, aunque de edades diferentes, pudieran desarrollarla sin problemas.
Por la cercanía de las fiestas y de las vacaciones de invierno, me pareció una buena temática para desarrollar.
Los materiales que utilizamos fueron: folios blancos tamaño A4, rotuladores, esmalte de colores diluidos con aguarrás, pinceles viejos (casi sin pelo).
La técnica elegida para la actividad fue, estampación de pintura sintética en agua sobre papel, que consiste básicamente, en dibujar con los esmaltes diluidos sobre el agua, y estamparlos posteriormente sobre el papel, era una especie de simulación del trabajo que los monjes antiguamente hacían para elaborar las contratapas de la encuadernación de los códices.
Primeramente, el alumno debía pensar una idea, o un recuerdo o alguna cosa que le inspirara las vacaciones de invierno, luego debía volcarlo en el folio con los rotuladores.
Después, sobre la bandeja con agua, cada uno debía escoger los colores que mas le motivaran para su obra, e intentar dibujar lo que ya habían pensado y trazado en el papel, sabiendo de antemano, que es casi imposible dominar las manchas que se escurren en el agua, de lo que se trataba, era de que mediante el color se concibiera el reflejo de una sensación. Dando como resultado una obra abstracta.
Así, partiendo de una idea que luego se materializa en el papel, se acaba deformando para convertirse en una obra abstracta.

Desarrollo de la clase:


La clase dispone de 20 caballetes y una mesa central, primeramente se preparó la mesa con cajas de rotuladores para pintar y se dispuso de todos los taburetes alrededor, apartando los caballetes a un rincón. Los 20 niños se sentaron alrededor mientras yo les explicaba la actividad que desarrollaríamos.

Al principio no se les ocurría nada pero a medida que yo les preguntaba cosas, como por ejemplo que suelen hacer en las vacaciones o si festejan los reyes o si se van con los padres a algún sitio, qué es lo que más les gusta de las vacaciones, yo no quería influir con mi manera de ver las cosas, por lo que he intentado que ellos solos, pensaran las ideas. Para mi sorpresa, los más peques eran los más lanzados a dibujar. Casi todos relacionaron la navidad y los reyes con las vacaciones. Por lo que la mayoría, representó un árbol de navidad, un belén, una flor de pascua, estrellas, papá Noel, otros, una bailarina, un hada, un cosmos, nieve y otro un belén peculiar con un muerto por la espada.
El siguiente paso del taller, después de fijar las ideas en el papel, era la de estampar previo dibujo con los esmaltes de colores sobre el agua.
Previamente yo les hice un ejemplo para que vean como manipular los elementos y la pintura en el agua.
Así por orden, cada uno fue echando las gotas de pintura sobre la fuente e intentando con los palos (pinceles viejos) ver lo que les salía. Como la pintura es grasa no se diluye con el agua y las manchas quedan flotando en la superficie haciendo formas casuales y sugerentes.
Este paso era muy rápido por lo que les permitió a todos los chicos hacer dos, incluso tres obras.
La ventaja de conocer a los niños, y de saber quienes eran las más hiperactivos, me llevó a pensar que sería óptimo, que el niño que es mas activo, sea el encargado de ayudar a sus compañeros a poner los trabajos recién estampados en la mesa por orden.
Al final los trabajos quedaron ordenados y expuestos sobre la mesa, en orden cada uno fue comentando su trabajo, la ideal inicial y el resultado final y si estaban contentos con él. Los trabajos tuvieron que quedarse un día más en la clase porque estaban húmedos, así que a la siguiente clase pudieron recogerlo.




Conclusión:

La clase se desarrolló según lo previsto, los niños mayores incluso colaboraron, a los más pequeños había que ayudarlos y estar pendientes de que no volcaran las pinturas.
Creo que la idea de pintar sobre el agua les entusiasmó, por lo que he visto que los niños estaban dispuestos al trabajo y que iban descubriendo formas y maneras de unir manchas y de pintar, no fue difícil motivarlos porque normalmente no hacen trabajos libres y esta fue su oportunidad de libertad creativa.
He aprendido con esta actividad que las clases tipo talleres funcionan con grupos reducidos o si se tiene en cuenta los posibles imprevistos de antemano. Para mi la mayor recompensa ha sido, ver las caras alegres de los chicos al ver sus obras colgadas y comentadas de manera positiva delante de los compañeros.

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